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jueves, 5 de mayo de 2011

lunes, 11 de abril de 2011

La interpretación de los mensajes visuales; la vida de los signos en el seno de la vida social.

Los medios de comunicación como prolongación del hombre.

Marshal McLuhan

Todo está cambiando y está cambiando dramáticamente.
Las sociedades han sido moldeadas por la índole (cualidad) de los medios con que se comunican los hombres más que por el contenido mismo de la comunicación.
Es posible comprender los cambios sociales y culturales si no se conoce el funcionamiento de los medios.
Los adultos

Viven en la “era de la ansiedad
Tratan de ejecutar tareas de hoy con herramientas de ayer
Los jóvenes

Comprenden por instinto el ambiente actual “el drama eléctrico
Los nuevos ambientes son creadores por los medios informativos electrónicos.

Hombre como individuo[1] (Solitario)
·         Se encuentra en un dilema entre buscar privacidad y la necesidad de enterarse de lo que pasa en la comunidad.
·         Se le dificulta pensar y actuar aisladamente.
·         Ha llegado a un punto en que se hace necesario penetrar en la vida del otro.

Familia
·         Mamá y Papá son sustituidos por los medios electrónicos (cine, televisión, radio, internet). Éstos exceden por mucho a la información e influencia que podrían ejercer los padres, sobre el carácter (y formación) del hijo.
·         Ahora todo el mundo es un sabio


El barrio.
Los medios electrónicos vuelcan sobre nosotros las preocupaciones de todos los otros hombres. Han reconstruido el dialogo en escala global.
El hombre ha dejado de tener proximidad social, económica y política
Educación (al infante).
Hay un mundo de diferencia entre el aula y el ambiente de información eléctrica. En el aula hay un instructor, un guía que da la información ordenada y/o estructurada para la edad del escolar.
Los medios electrónicos “instruye” al estudiante (infante) con las noticias adultas al minuto: disturbios, guerras, delincuencia, sexo, pornografía, vicios…
El gobierno (Los políticos).
El público, en el sentido de gran consenso de puntos de vista separados y distintos se ha acabado. Hoy, la audiencia masiva (sucesora del “público”) puede ser usada como una fuerza creadora, participante. En cambio, se le arroja, simplemente, fardos indiscriminados de entretenimiento pasivo. Los medios, los gobiernos y los políticos ofrecen respuestas de ayer a preguntas de hoy.
La “nueva política” se basa en la participación a través de la televisión que está transformando todo.
“Los otros”.
En un ambiente de información eléctrica, los grupos minoritarios  ya no pueden ser ignorados. Demasiadas personas saben demasiado las unas sobre las otras.
Cada uno de nosotros está ahora irrevocablemente envuelto en la vida de los demás.

Todos los medios son prolongaciones de alguna facultad humana, psíquica o física.
Los medios nos vapulean minuciosamente. Son tan penetrantes en sus consecuencias personales, políticas, económicas, estéticas, psicológicas, morales, éticas y sociales que no dejan parte alguna de nuestra persona intacta, inalterada, sin modificar. El medio es el masaje (mensaje).
La rueda es una prolongación del pie.
El libro es una prolongación del ojo.
La ropa es una prolongación de la piel.
El circuito eléctrico es una prolongación del sistema nervioso central.
Los medios, al modificar el ambiente, suscitan en el hombre percepciones sensoriales únicas. La prolongación de cualquier sentido modifica nuestra manera de pensar y de actuar; de percibir el mundo.
Cuando esas proporciones cambian el hombre cambia.






-      McLuhan Marshall, Quientin Fiore. El medio es el masaje. Paidós, Barcelona1997.


[1] Persona aisladamente con relación a una colectividad.

La interpretación de los mensajes visuales; la vida de los signos en el seno de la vida social.

Teoria de la sociedad de masas

En el Siglo XIX se señalaba a la sociedad de masas como el resultado de un progreso industrial, basado en valores de igualdad y libertad. La sociedad, se decía, era un sistema amplio y complejo, y cada día se hacía mucho más confusa. Para algunos observadores eso representaba “el progreso”          la evolución. Para otros, ese “progreso” era perjudicial pues llevaba al individuo a una existencia sórdida (miserable) y aislada, incapaz de identificarse con los otros, ya que  empezaba a perder el vínculo con sus orígenes (tradiciones) es decir, iniciaba la desintegración de las culturas locales.
Esa evolución y/o progreso llevaba al mundo a experimentar un aumento de heterogeneidad  (ser diferente) y de individualismo. Entre más compleja iba siendo una sociedad más difícil le era controlar a sus miembros, pues:
§  Crecía el grado de alienación del individuo[1].
§  Éste dejaba de identificarse con el resto de la comunidad.
§  Aumentaba sus relaciones sociales “segmentadas” (divididas) y contractuales (por contrato).
§  Incrementaba su aislamiento psicológico.
Ortega y Gasset introduce el 1930 el concepto de hombre-masa:
La masa es el juicio de los incompetentes, es la representación de una especie que basa su valor en el saber técnico y científico, “es todo lo que no se valora a sí mismo -ni en bien ni en mal- mediante razones especiales, pero que se siente “como todo el mundo” y sin embargo, no se angustia, es más, se siente a sus anchas al reconocerse idéntico a los demás” (Ortega y Gasset, 1930).  
Estas tendencias sociales conducen a lo que los críticos denominaron “Sociedad de masas”.
En la sociedad de masas:
§  Los individuos están en una situación de aislamiento psicológico frente a los demás.
§  La impersonalidad[2] prevalece en sus interacciones con los otros.
§  Los individuos están relativamente libres de las exigencias planteadas por obligaciones sociales e informales vinculantes.
§  Los  individuos (en masa) están segregados (separados, divididos) y aislados (apartados).
§  Estos individuos a la vez son interdependientes pero carecen de todo valor (o propósito) central que los unifique.
§  No hay verdaderos vínculos entre ellos, sólo poseen endebles (débiles) lazos entre sí.

Aparecen los medios de comunicación de masas y refuerzan todas estas características. A través de la propaganda los medios masivos consiguen persuadir a los individuos para alienarlos ideológicamente y así obtener el éxito preestablecido.

Teoría de la bala mágica; Teoría de la aguja hipodérmica o Teoría de la transmisión en cadena[3].

Al considerar la sociedad de masas como un conjunto homogéneo, aislado y pasivo, resulta consistente sostener la hipótesis de vulnerabilidad ante la manipulación mediática de los medios masivos de comunicación. Es entonces cuando empiezan a desarrollar un efecto importante sobre la opinión pública.
Históricamente, la teoría de la aguja hipodérmica (o teoría de la bala mágica) coincide con el peligro de las dos guerras mundiales y con la difusión a gran escala de las comunicaciones de masas. Se comenzó a definir cuando la mirada se concentró en los efectos que tuvo la propaganda durante los conflictos. En dichas guerras se vieron afectados varios intereses políticos, de Gran Bretaña y Estados Unidos, por lo que fue necesario tener como principales aliados a la sociedad civil, haciéndoles ver que la guerra era de suma importancia para dichas naciones; importancia que en realidad no tenía. Así fue que la propaganda surge como una herramienta indispensable para alienar a la población, como lo señala Harol Lasswell en Técnicas de propaganda en la guerra mundial, 1927: La propaganda, permite conseguir la adhesión de los ciudadanos a unos planes políticos determinados sin recurrir a la violencia, sino mediante la manipulación.
Por lo tanto dicha teoría nos ayuda a analizar la influencia que los medios masivos ejercen en las audiencias (masivas) a través del bombardeo enorme de propaganda[4] como medio para manipular a la gente, por parte de los gobiernos y de los mismos medios de comunicación.

Características de la teoría hipodérmica.


  • Va dirigida a una sociedad de masas con el único fin de manipularla (alienarla).
En el contexto de la Primera Guerra Mundial se utilizó la propaganda para convencer al individuo de amar a la patria y odiar al enemigo.
  • Crean mensajes tan fuertes que se “inyectan[5]” en la mente de las personas.
El fascismo y el nazismo utilizaron un bombardeo de propaganda para que los mensajes entrasen directamente en la piel del individuo y tuviesen un efecto en ellos.
  • Entre emisor y receptor (Estímulo―Respuesta) no hay ninguna intermediación que impida conseguir los objetivos.
El éxito de la propaganda está en crear la convicción de que si se articula un mensaje de una cierta forma se obtendrá el efecto deseado: eso es manipular.
La manipulación es posible porque frente a un poder enorme de medios de comunicación de masas no hay ningún elemento de resistencia.
El brigadier general J.V Charteris […] estaba comparando dos fotografías capturadas a los alemanes. La primera era una vívida reproducción de una truculenta escena que mostraba los cadáveres de soldados alemanes cuando eran arrastrados para ser enterrados detrás de las líneas de combate. La segunda fotografía mostraba a caballos muertos, llevados hacía la fábrica en la que el ingenio alemán extraía jabón y aceite de esos cuerpos. Como un relámpago surgió en el general Charteris la inspiración de cambiar los epígrafes de ambas fotografías.
Así las fotografías que todo conocieron  decía: “Cadáveres alemanes en camino a la fábrica de jabón” bajo la foto de los soldados alemanes muertos[6].

  • Hay una relación directa de Causa―Efecto
Los medios de comunicación son los emisores de un mensaje que se hace llegar a los individuos de una sociedad, los mensajes son estímulos que provoca una reacción. Como emisores del mensaje, los medios de comunicación o los gobiernos desean provocar ciertas reacciones.
Los emisores tienen un efecto omnipotente, ante absolutamente todo estímulo, se espera una respuesta que será siempre igual, siempre la misma y siempre de igual medida, en otras palabras, una respuesta homogénea.

Si los mensajes de la propaganda consiguen llegar a los individuos de masa, la persuasión puede ser fácilmente “inoculada[7]”, es decir, si se da en el “blanco”, la propaganda obtiene el éxito preestablecido.






Bibliografía:
De Fleur-Ball Rokeach, (1982) Teorías de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona
Ortega y Gasset, J. “La rebelión de las masas”. Il Mulino, Bolonia, 1962.
McQuail (1983) Introducción a la teoría de la comunicación de masas , Paidós, Barcelona
Wolf, M., “La investigación de la comunicación de masas”. Ediciones Paidos, Buenos Aires.


[1] El hombre se va olvidando de su condición humana.
[2] Que no pertenece a…/ No se aplica a una persona en particular. Es algo impreciso; general.
[3] El primer conjunto de creencia sobre la naturaleza y el poder de las comunicaciones de masas no fue formulado de hecho en su momento por ningún estudioso de las comunicaciones. Pero en visión retrospectiva se conoce como la teoría de la bala mágica. Posteriormente ha recibido otros nombres más pintorescos como teoría hipodérmica o teoría de la reacción en cadena. La idea básica que subyace tras esos nombres es que los mensajes de los medios son recibidos de manera uniforme por todo el público y que las reacciones inmediatas y directas son disparadas por estos estímulos. (DeFleur, Melvin Ball-Rockeach, 1986)
[4] En el análisis se incluyen mensajes de todo tipo: noticias, novelas, películas, canciones, spots, carteles, comentarios de líderes de opinión, etc.
[5] De ahí el nombre de aguja hipodérmica.
[6] George Sylvester Viereck, Spreading Germs of Hate, Nueva York, Horace Liveright, 1930.
[7] Contagiada

lunes, 28 de marzo de 2011

Teoría de la sociedad de masas

En el Siglo XIX se señalaba a la sociedad de masas como el resultado de un progreso industrial, basado en valores de igualdad y libertad. La sociedad, se decía, era un sistema amplio y complejo, y cada día se hacía mucho más confusa. Para algunos observadores eso representaba “el progreso”          la evolución. Para otros, ese “progreso” era perjudicial pues llevaba al individuo a una existencia sórdida (miserable) y aislada, incapaz de identificarse con los otros, ya que  empezaba a perder el vínculo con sus orígenes (tradiciones) es decir, iniciaba la desintegración de las culturas locales.
Esa evolución y/o progreso llevaba al mundo a experimentar un aumento de heterogeneidad  (ser diferente) y de individualismo.
Entre más compleja iba siendo una sociedad más difícil le era controlar a sus miembros, pues:
§  Crecía el grado de alienación del individuo[1].
§  Éste dejaba de identificarse con el resto de la comunidad.
§  Aumentaba sus relaciones sociales “segmentadas” (divididas) y contractuales (por contrato).
§  Incrementaba su aislamiento psicológico.
Ortega y Gasset introduce el 1930 el concepto de hombre-masa:
La masa es el juicio de los incompetentes, es la representación de una especie que basa su valor en el saber técnico y científico, “es todo lo que no se valora a sí mismo -ni en bien ni en mal- mediante razones especiales, pero que se siente “como todo el mundo” y sin embargo, no se angustia, es más, se siente a sus anchas al reconocerse idéntico a los demás” (Ortega y Gasset, 1930).  
Estas tendencias sociales conducen a lo que los críticos denominaron “Sociedad de masas”.
En la sociedad de masas:
§  Los individuos están en una situación de aislamiento psicológico frente a los demás.
§  La impersonalidad[2] prevalece en sus interacciones con los otros.
§  Los individuos están relativamente libres de las exigencias planteadas por obligaciones sociales e informales vinculantes.
§  Los  individuos (en masa) están segregados (separados, divididos) y aislados (apartados).
§  Estos individuos a la vez son interdependientes pero carecen de todo valor (o propósito) central que los unifique.
§  No hay verdaderos vínculos entre ellos, sólo poseen endebles (débiles) lazos entre sí.
Aparecen los medios de comunicación de masas y refuerzan todas estas características. A través de la propaganda los medios masivos consiguen persuadir a los individuos para alienarlos ideológicamente y así obtener el éxito preestablecido.

Teoría de la bala mágica; Teoría de la aguja hipodérmica o Teoría de la transmisión en cadena[3].

Al considerar la sociedad de masas como un conjunto homogéneo, aislado y pasivo, resulta consistente sostener la hipótesis de vulnerabilidad ante la manipulación mediática de los medios masivos de comunicación. Es entonces cuando empiezan a desarrollar un efecto importante sobre la opinión pública.
Históricamente, la teoría de la aguja hipodérmica (o teoría de la bala mágica) coincide con el peligro de las dos guerras mundiales y con la difusión a gran escala de las comunicaciones de masas. Se comenzó a definir cuando la mirada se concentró en los efectos que tuvo la propaganda durante los conflictos. En dichas guerras se vieron afectados varios intereses políticos, de Gran Bretaña y Estados Unidos, por lo que fue necesario tener como principales aliados a la sociedad civil, haciéndoles ver que la guerra era de suma importancia para dichas naciones; importancia que en realidad no tenía. Así fue que la propaganda surge como una herramienta indispensable para alienar a la población, como lo señala Harol Lasswell en Técnicas de propaganda en la guerra mundial, 1927: La propaganda, permite conseguir la adhesión de los ciudadanos a unos planes políticos determinados sin recurrir a la violencia, sino mediante la manipulación.
Por lo tanto dicha teoría nos ayuda a analizar la influencia que los medios masivos ejercen en las audiencias (masivas) a través del bombardeo enorme de propaganda[4] como medio para manipular a la gente, por parte de los gobiernos y de los mismos medios de comunicación.

Características de la teoría hipodérmica.


  • Va dirigida a una sociedad de masas con el único fin de manipularla (alienarla).
En el contexto de la Primera Guerra Mundial se utilizó la propaganda para convencer al individuo de amar a la patria y odiar al enemigo.
  • Crean mensajes tan fuertes que se “inyectan[5]” en la mente de las personas.
El fascismo y el nazismo utilizaron un bombardeo de propaganda para que los mensajes entrasen directamente en la piel del individuo y tuviesen un efecto en ellos.
  • Entre emisor y receptor (Estímulo―Respuesta) no hay ninguna intermediación que impida conseguir los objetivos.
El éxito de la propaganda está en crear la convicción de que si se articula un mensaje de una cierta forma se obtendrá el efecto deseado: eso es manipular.
La manipulación es posible porque frente a un poder enorme de medios de comunicación de masas no hay ningún elemento de resistencia.
El brigadier general J.V Charteris […] estaba comparando dos fotografías capturadas a los alemanes. La primera era una vívida reproducción de una truculenta escena que mostraba los cadáveres de soldados alemanes cuando eran arrastrados para ser enterrados detrás de las líneas de combate. La segunda fotografía mostraba a caballos muertos, llevados hacía la fábrica en la que el ingenio alemán extraía jabón y aceite de esos cuerpos. Como un relámpago surgió en el general Charteris la inspiración de cambiar los epígrafes de ambas fotografías.
Así las fotografías que todo conocieron  decía: “Cadáveres alemanes en camino a la fábrica de jabón” bajo la foto de los soldados alemanes muertos[6].

  • Hay una relación directa de Causa―Efecto
Los medios de comunicación son los emisores de un mensaje que se hace llegar a los individuos de una sociedad, los mensajes son estímulos que provoca una reacción. Como emisores del mensaje, los medios de comunicación o los gobiernos desean provocar ciertas reacciones.
Los emisores tienen un efecto omnipotente, ante absolutamente todo estímulo, se espera una respuesta que será siempre igual, siempre la misma y siempre de igual medida, en otras palabras, una respuesta homogénea.

Si los mensajes de la propaganda consiguen llegar a los individuos de masa, la persuasión puede ser fácilmente “inoculada[7]”, es decir, si se da en el “blanco”, la propaganda obtiene el éxito preestablecido.

Bibliografía:
De Fleur-Ball Rokeach, (1982) Teorías de la comunicación de masas, Paidós, Barcelona
Ortega y Gasset, J. “La rebelión de las masas”. Il Mulino, Bolonia, 1962.
McQuail (1983) Introducción a la teoría de la comunicación de masas , Paidós, Barcelona
Wolf, M., “La investigación de la comunicación de masas”. Ediciones Paidos, Buenos Aires.


[1] El hombre se va olvidando de su condición humana.
[2] Que no pertenece a…/ No se aplica a una persona en particular. Es algo impreciso; general.
[3] El primer conjunto de creencia sobre la naturaleza y el poder de las comunicaciones de masas no fue formulado de hecho en su momento por ningún estudioso de las comunicaciones. Pero en visión retrospectiva se conoce como la teoría de la bala mágica. Posteriormente ha recibido otros nombres más pintorescos como teoría hipodérmica o teoría de la reacción en cadena. La idea básica que subyace tras esos nombres es que los mensajes de los medios son recibidos de manera uniforme por todo el público y que las reacciones inmediatas y directas son disparadas por estos estímulos. (DeFleur, Melvin Ball-Rockeach, 1986)
[4] En el análisis se incluyen mensajes de todo tipo: noticias, novelas, películas, canciones, spots, carteles, comentarios de líderes de opinión, etc.
[5] De ahí el nombre de aguja hipodérmica.
[6] George Sylvester Viereck, Spreading Germs of Hate, Nueva York, Horace Liveright, 1930.
[7] Contagiada

miércoles, 9 de marzo de 2011

Modelo del proceso de comunicación de David K. Berlo

El modelo de Berlo supone que la comunicación constituye un proceso. Es decir, una estructura cuyos elementos se interrelacionan en forma dinámica y mutuamente influyente. 
 
Aqui se muestra la imagen del  modelo de Berlo
  
1. Habilidades comunicativas: se refieren a la capacidad analítica de la fuente para conocer sus propósitos y a su capacidad para encodificar los mensajes que expresen su intención. Se destaca particularmente el dominio del lenguaje, la habilidad verbal de la fuente para hablar y escribir bien. Esto supone a la vez una adecuada capacidad para pensar y reflexionar.  
Esto supone a la vez una adecuada capacidad para pensar y reflexionar. La fidelidad de la comunicación aumentará en la medida que la fuente posea las habilidades comunicativas necesarias para encodificar con exactitud sus mensajes y expresar así sus propósitos. 
 
2. Actitudes: la fidelidad de la comunicación se ve afectada por tres tipos de actitudes que presenta la fuente: la actitud hacia si mismo o autopercepción; la actitud hacia el tema que se trata o mensaje, y la actitud hacia el receptor. Mientras más positivas y congruentes sean estas actitudes mayor será la fidelidad.
 
4. Sistema sociocultural: ubicación de la fuente en un contexto social y cultural determinado. Esta posición condicionará los roles que desempeña, sus expectativas, su prestigio, etc. Todo ello incide en la forma en que la fuente se comunica.
 En términos generales, la fidelidad de la comunicación será mayor si los contextos socioculturales de la fuente y el receptor son similares.    
 
RECEPTOR: Respecto del decodificador-receptor, para lograr una comunicación efectiva se debe reconocer al receptor como el eslabón más importante del proceso de comunicación. Las funciones de fuente y receptor son complementarias e intercambiables. Aquel Individuo que en un momento dado hace de receptor, se transforma en fuente, en el momento siguiente. Por lo tanto, todas aquellas características de la fuente mencionadas anteriormente se aplican también al receptor. 
 MENSAJE: Al analizar los factores del mensaje que influyen en la fidelidad de la comunicación es necesario analizar el código y el tratamiento que recibe el mensaje. 
 Caracteristicas:
1. Código: cualquier conjunto de símbolos que pueden ser estructurados de manera que posean significado; cuando se comunica. se debe decidir qué código emplear para enviar el mensaje, seleccionar elementos particulares de este código y estructurarlos de manera específica.
2. Contenido: material del mensaje que es seleccionado por la fuente para expresar su propósito. (afirmaciones hechas, las conclusiones derivadas, los comentarios, etc. ) La forma que elige la fuente para disponer las afirmaciones de un mensaje constituye la estructura del contenido.
3. Tratamiento: orden y estilo del mensaje. Corresponde a las decisiones que toma la fuente al seleccionar y estructurar el código y el contenido de una manera determinada.
 
CANAL: Es definido como los sentidos (vista, oído, tacto, olfato, gusto) a través de los cuales un decodificador receptor puede percibir el mensaje transmitido por la fuente encodificadora. La función del canal es permitir la comunicación al unir la fuente con el receptor.
 
 
 
 
Bibliografía
El Proceso de la Comunicación
Berlo k. David
Ed. El Ateneo S.A de C.V
México 1985